Cuando no está en el quirófano operando, Alberto Costa (Cee, 1940) está en la fragua o en el taller para dar vida a sus esculturas. Cirujano pediátrico de profesión, aprendió el arte de la herrería de la mano de su abuelo y continuó formándose en este campo asistiendo a cursos y talleres. En 1959 tuvo lugar su primera exposición, iniciando de este modo una carrera como escultor que le permitió sufragar sus estudios de medicina. Desde entonces Costa trabaja diariamente el hierro, una actividad que, como él mismo asegura, “sirve como una válvula de escape después de tener que operar a un niño en el hospital”. Los elementos que utiliza hacen de sus piezas obras únicas, pues recicla materiales médicos de todo tipo, como prótesis, hierros que desechan los traumatólogos y otros objetos más típicos de un quirófano que del taller de un artista. Las exposiciones de las que ha participado se cuentan por decenas. Destaca su participación en el Salón de Otoño del CAPS en Montreal (Canadá, 2001), sus múltiples exposiciones en Portugal (Atelier Alambique, Galería Outra Márxem, Museo Regional de Sintra o São João da Madeira) así como su presencia en exposiciones de toda Galicia (Pontevedra, Vigo, A Coruña, Santiago de Compostela o Cangas, entre otros). Tiene también obras de gran formato en múltiples localidades gallegas, así como en Madrid o Valencia de Don Juan (León). También fue autor de la exposición inaugural de la Casa da Cultura de su localidad natal, Cee, en 2015.
