Fran Gorín (Buño 1984) es la tercera generación de olleros de la familia, sucesor de José Gorín Suelos, su abuelo y de Antonio Gorín Veiga, su padre, retoma el legado de sus antepasados después de casi tres lustros de inactividad refundando a principios del año 2018 su taller. Respetando las líneas de trabajo marcadas por sus antecesores, introduce pequeñas innovaciones en la elaboración de sus piezas, tales cómo nuevos tipos de esmaltes, estilos de decoración más actuales y la incorporación de pasta de gres elaborada con el propio barro de Buño, la cuál se cuece alrededor de 1280ºC, alcanzando así una mayor resistencia y impermeabilidad que las hace aptas para su uso culinario.