La obra de Sam Ponsford denota una especial sensibilidad y un melódico objetivo que transita las gamas cromáticas, los paisajes de la calma y el reposo de la naturaleza. El artista de la fotografía Sam Ponsford viaja desde su localidad natal a Galicia para terminar prendado de ella quien actuará como musa en todas sus capturas. Un claro estilo establece una línea conductora en toda su obra, la búsqueda de movimiento y el empleo de los tonos que normalmente oscilan los colores pastel crepusculares o del amanecer más armoniosos. Las fotografías están plagadas de masas marinas, bien reposando o bien en un dinámico movimiento equilibrado, estas se entremezclan con los suaves firmamentos. La presencia de las habituales nubes ayuda a tamizar la luz de prácticamente todos los paisajes. Las playas con algún elemento costero típico de la zona como podría ser un faro suelen establecer el atrezzo del escenario, no por ello disponiendo de menos protagonismo, sino creando una perfecta simbiosis entre los volúmenes marino y celeste a modo de intermediarios.