12SEP

“Poder congelar un momento que en dos semanas será historia es lo que podrá hacer que sea recordado. Que sea irrepetible”

Así se expresaba hace un año en una entrevista Marcos Rodríguez. Desde que decidiera convertirse en fotógrafo, Marcos ha retratado multitud de momentos irrepetibles, por ejemplo, las parejas enamoradas de sus fotos de boda.

En la fotografía con la que alcanzó lo que pensaba imposible también aparece una pareja. Esa instantánea de una pareja de Arou (Camariñas) que huye de la fuerza del mar de la Costa da Morte dio la vuelta al mundo y le valió la medalla de plata en la World Photographic Cup (Copa de Fotografía del Mundo).

Desde ese momento, que él reconoce que es difícil de repetir, su carrera, y con ella los premios, no han dejado de crecer. El año pasado volvió de Segovia, lugar donde se celebraba el certamen anual de la FEPFI con varios premios. Entre ellos el de mejor fotógrafo de España en la categoría de naturaleza y reportaje gráfico.

Este año se coronaba mejor fotógrafo de Europa con tres fotografías impresionantes: una ballena varada en Corcubión y la Rapa das Bestas de Cedeira.

Todas estas fotos premiadas tienen un elemento en común: La Costa da Morte. Marcos ha hecho de su tierra la protagonistas de muchas de sus obras. Como el mismo afirma, no es que sea el paisaje más hermoso del mundo o que tenga la mejor luz de todas, pero es lo que ve y siente todos los días. E intenta plasmarla a través de sus instantáneas, retratando, por ejemplo, la fiereza de la naturaleza o captando la acción de elementos tan nuestros como son las Rapas.

Ahora Marcos ha permitido a Stoupa mostrar durante todo un mes esas fotografías que lo han llevado a la cima de su profesión y lo han convertido en el artista más internacional de la Costa da Morte.